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martes, septiembre 23, 2025

 

El Bierzo / La nueva crónica

"No soy un viejo verde por escribir literatura erótica"

Jesús Moral, burgalés afincado en Villafranca publica su primer libro, un guiño divertido con el que presenta 'La pulsión de Isadora'


Mar Iglesias

22/09/2025

 Actualizado a 22/09/2025

 

Jesús Moral con su libro entre las manos. | MAR IGLESIAS


Isadora es el carbónico que forma las burbujas del cava y, disuelta o retenida, se va desprendiendo lentamente. Así es como explica el título de su primer trabajo literario Jesús Moral, que busca en 'La pulsión de Isadora' ir desgranando la pasión de ese caldo hecho mujer, capítulo a capítulo.

Moral es burgalés de un caserío del Carrascal, pero ha hecho hogar en Villafranca y desde allí ha puesto en el tacto de la pluma todo el sentimiento, porque sabe que tocar es la manera de compartir, piel con piel o texto con lector. Y eso ha hecho que, con 72 años, se eleve al púlpito de los escritores, aunque no quiere subir a ningún pódium solo “publicar los relatos que tenía escritos, no quería morir sin hacerlo”. Y escogió el riesgo para verlos en papel impreso y escapar de lo sencillo. Se tiró a la piscina de la literatura erótica para dar la mano a Isadora, una mujer liberada que conoce su “pulsión” y busca resolverla desde distintos frentes, tantos como nombres en masculino y como capítulos del texto, que se comparte con “otros relatos concupiscentes” que añade el escritor.

'La pulsión de Isadora' (Hontanar 2025) es la ópera prima de Moral, que ha buscado en este bautismo compartir escenas divertidas "ser rompedor, dejarnos de mojigaterías" y "dar obstenidad y lujuria" a un texto con el que confiesa que se lo ha pasado en grande. De hecho, es eso lo que quiere compartir "quiero que el lector se divierta tanto como yo al escribir. Quiero un empate técnico entre el placer del texto y el deseo de confluir con un lector receptivo y no puritano". 

El sexo es vida, desde donde no recordamos, por eso, pese a que ponga adjetivos al lector que cree que se encontrará a su lado entre los tacones de Isadora, que abren el libro, advierte que ha escrito para todos los públicos. Y pide que se lea "más allá de las líneas" buscando ese picorcito del carbónico que deja en la lengua "quiero que haya sensaciones instantáneas en el lector", dice, mientras él le da la mano con las letras. 

Moral reconoce que la historia de Isadora tenía fin antes de darle inicio "porque el autor siempre tiene claro dónde llegar. No es posible hacerlo de otro modo, sería dar vueltas y perderse en el camino. No podemos engañar al lector". Pero, aún así, ha dejado a Isadora caminar sola. Es experta, madura y "sabe buscar estrategias para satisfacerse", relata. Los demás personajes, bailan a su son, como marionetas que utiliza, aunque el último de ellos le produzca tomar consciencia de su propia pulsión. 

Jesús Moral se lanza a la literatura erótica sin tapujos y sin miedo a la crítica "no soy un viejo verde por escribir literatura erótica, porque no soy viejo y porque podría escribir de derecho administrativo, pero he preferido divertirme", dice. Además, sus primeros lectores le han dicho todo lo contrario "me agradecen la diversión y la humedad". 

El autor quiere compartir, pero él ya ha recibido de su texto "el placer de escribirlo y de saber que era capaz de narrar una historia compleja con un lenguaje ameno, inteligible, con un léxico importante. Aparecen un montón de palabras sobre los órganos sexuales", dice.

Con este libro ha descubierto "a alguien a quien le gusta escribir, esa es mi pulsión". Y ha buscado satisfacerla después de haber pasado por las manos de Eduardo Keudell en los talleres de escritura que este tenía en Bembibre. Él fue el percutor de unas historias que ha ido dejando volar poco a poco y que ahora quiere compartir.

No ha tenido nada que ver su salida de un cáncer muy complejo "un señor cáncer" dice repitiendo el dictamen de algún médico. Pero, buscando un optimismo casi imposible cuando alguien abre la puerta al final, encontró que recuperó recuerdos que ya no sabía dónde habían quedado "me dijeron que podía pasar tras el proceso de radioterapia y de quimio". Y los agradeció para caminar por esas historias de regreso. Son las que ya ponen cimientos a su siguiente relato, que está horneando con rapidez. 'El encuentro' será su segunda novela, ésta basada precisamente en los recuerdos de vuelta convertidos en personas. Una mujer se reencuentra con alguien a quien conoció 40 años atrás y comienza a desgranar lo que le ha pasado en todo ese tiempo. Ella ha viajado a Barcelona, después a Alemania, donde es profesora en Berlín y recupera un pasado que dejó aparcado cuando la Universidad de Valladolid se cierra, al final del franquismo. Un relato rico que Moral siente muy propio y que espera sumar a su Isadora pronto.

 

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